Llega ese momento, en el que no sabes como saldran las cosas, puedes ganar y puedes perder, pero sabes que arriesgaras todo lo que tienes, incluso más, sabes que no te vas a rendir, que merece la pena, que te dejaras la piel.
Ese momento, en el que te das cuenta de que puedes llorar y reír a la vez, algo que nunca antes habías sentido, algo que creias imposible, pero que es cierto. Ese momento, en el que tu cabeza da mil vueltas, y empiece por donde empiece siempre tiene el mismo final; él.
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