viernes, 16 de diciembre de 2011

Muy negro, y sin estrellas.


Siempre le están preguntando que, que le pasa y porque siempre está de mal humor. Lo que le pasa es que... ve lo que realmente le está pasando y como están las cosas. Y es que a ella le duele saber ,que lo único que quiere es vivir aunque sea siendo infeliz pero vivir normal, dormir, comer y respirar con normalidad, eso es tirar la toalla, es que, intentarlo tantas veces y volver a caer en lo mismo le esta haciendo daño, la está matando. Pero parece que el cielo finalmente ha decido volverse negro, muy negro y sin estrellas.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Todo al revés sería mejor


La vida debería de empezar muriendo y así ese trauma estaría superado, luego te despiertas en una residencia, mejorando día a día hasta que te echan porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión, luego tu primer día de trabajo, te dan un reloj de oro y trabajas cuarenta años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral, entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, te enamoras, practicas el sexo y te preparas para empezar a estudiar, empiezas el colegio, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebe y los últimos nueve meses te los pasas flotando, tranquilo, con calefacción central.. etc y al final abandonas este mundo en un orgasmo.

DUELE...


En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana. Pero más en el fondo, sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo. En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Escogemos el camino de disfrazarnos de algo que no somos y disimular. Sobretodo disimular.Si, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela. Pero a veces, bueno… a veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Está bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Poner tu lista de reproducción favorita, tumbarte en la cama, y si hace falta llorar. Llorar todo lo que haga falta. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.

Me siento orgullosa de mi gran paso.

Vale, está bien, voy a ser sincera una vez más aunque esta vez será más duro de llevar. Cada vez me cuesta más despertarme por las mañanas, antes cuando sonaba el despertador tenía ganas de verlo, de vivir la vida. Pero ahora que no está, cuando me levanto lo único que quiero es que acabe el día y volver a dormirme hasta el día siguiente. Lo acepto, estoy destrozada por un chulo de turno al que antes lo llamaba por mi novio. Pero si hay algo que he aprendido hoy es que la vida es demasiado corta para no valorarla como es debido, y por supuesto, que hay momentos que nos van a gustar y los vamos a disfrutar al tope pero hay otros, los cuales no nos gustarán y estaremos deseando que terminen. Yo lo he pasado muy bien junto a él, aunque hace ya tiempo que todo terminó pero tan solo 3 semanas en las que él volvió. Ahora sigue reprochándome cosas que ya no tienen sentido. Pero a partir de hoy voy a hacer como la que ya no le afecta nada, que hablen delante mía de él, que ya no me va a importar. Que a partir de hoy él ya no influirá en mi vida nunca jamás.

Así soy yo.

Ilusionada; enamorada por completo del amor; destrozada en algunos aspectos; comprensiva; temerosa en la oscuridad; alocada, SIEMPRE; feliz a ratos; utópica; querida por algunos; envidiosa; adormilada los lunes; triste por las mañanas; viva continuamente; generosa con todos; bocazas en las peores situaciones; callada y reservada en pocas ocasiones; idiota; borde con los gilipollas; solidaria; fanática; dedicada; ansiosa...


Nadie me hará cambiar, porque ni tú, ni él, ni ella... NADIE, absolutamente nadie, merece algo por mi parte, si quieres algo, pídeme ayuda, pero ten siempre en cuenta que yo te he ayudado, que me debes una. Y que si alguna vez necesito yo algo por tu parte, no puedes decirme que no. Me lo debes, así que acuérdate para la próxima ;) 



OKAAAY?? ;D

Porque lo él lo es todo...


Llega ese momento, en el que no sabes como saldran las cosas, puedes ganar y puedes perder, pero sabes que arriesgaras todo lo que tienes, incluso más, sabes que no te vas a rendir, que merece la pena, que te dejaras la piel.
Ese momento, en el que te das cuenta de que puedes llorar y reír a la vez, algo que nunca antes habías sentido, algo que creias imposible, pero que es cierto. Ese momento, en el que tu cabeza da mil vueltas, y empiece por donde empiece siempre tiene el mismo final; él.

Bienvenidos al espectáculo,


Bienvenidos al espectáculo, damas y capullos cierren los oídos y tápense los ojos. Todo esto va como una cosa loca, sin control. Dicen que en este tablero hay una serie de reglas, pero yo veo que las fichas se mueven como les da la gana. Según alguien que seguramente se dedicaba a ver películas americanas de navidad en las que todo el mundo es bueno, y les pasan cosas buenas y eran felices y comían patos, todo acción tenia una repercusión. Y, no. Esa no es la realidad. La realidad es saber que las normas no existen. Que alguien porque se esfuerce no siempre va a tener su beneficio. Que una persona buena no le van a tener que pasar cosas buenas por obligación, y viceversa. Que no te confundas compañera, que aquí todo vale. No salves el culo de alguien, porque seguramente los demás nunca salven el tuyo; y si lo encuentras no lo dejes escapar, aunque va a ser difícil. Vivimos en un mundo en el que las personas solo piensan en ellos mismos y después, en ellos, y más tarde en ellos otra vez; y si luego les da por ahí, pueden que se preocupen del perro de la vecina.Porque amor, las reglas no están escritas, pero tú, puedes cambiarlas.Porque, que si aquí nada es justo, yo seré injusta. Si son unos cabrones, a mi a eso nadie me gana. Si quieren que juguemos, jugaremos, con las mismas cartas.